Se pelea mientras hay por qué, ya que puso la naturaleza la necesidad de justicia en unas almas, y en otras la de desconocerla y ofenderla.
Los bravos olvidan.
Se nota, después de las guerras, que los que olvidan menos son los menos bravos, o los que pelearon sin justicia y viven en el miedo de su victoria.
Pueblos hay y gentes, de oro por